18/08/2015

Pure Storage, ante la hora de la verdad

Esta tercera entrega de la serie sobre el reciente viaje al Silicon Valley tiene un corolario que bien merece ser anticipado: Pure Storage, la empresa tecnológica más rotundamente comprometida con el almacenamiento todo flash, ha iniciado los trámites para salir a bolsa, previsiblemente a principios del 2016. La noticia flotaba en el aire cuando el autor visitó el nuevo edificio al que se ha trasladado la compañía, sacrificando la entrañable informalidad de su sede anterior, también en Mountain View. Es una consecuencia, entre otras, de la holgura financiera de que goza la compañía californiana por el apoyo de inversores que en seis años han aportado un total de 470 millones de dólares.

John Colgrove

John Colgrove

Varios directivos se relevaron para una larga sesión con la prensa europea, pero quien dejó huella fue John ´Coz` Colgrove, cofundador y CTO [y, por cierto, primer accionista individual]. Se le atribuye la iniciativa de crear Pure Storage cuando Veritas, en la que también era CTO, fue adquirida por Symantec [que, por cierto, la ha revendido hace pocos días al fondo Carlyle] y Colgrove optó por marcharse.

Si hubiera que escoger uno entre los mensajes del CTO, sería el siguiente : «nuestro objetivo es la extinción del almacenamiento en disco». Como está mandado, Colgrove desplegó el argumento: 1) nadie puede seguir objetando que la tecnología flash sea cara, de hecho es cada día más barata; 2) al mismo tiempo, el aumento de densidad que ha sido característico en los discos se desacelera, porque los soportes de estado sólido les han recortado mercado; 3) lo que significa que los fabricantes tradicionales no pueden presumir de que su precio en dólares por gigabyte bajará; 4) Pure Storage supone que en la práctica volverá a subir, equilibrando así la relación de sus costes con los de la tecnología de estado sólido. «No tardará el día en que el coste de flash estará en paridad con el disco, o tan cerca que la diferencia no tendrá importancia […] lo estamos viendo venir paso a paso»

Por otro lado, siguiendo el discurso, esas tendencias provocarán que el mercado pierda interés en la búsqueda de soluciones híbridas, propiciadas por algunos fabricantes que tratan de situarse a medio camino, entre ellas Nimble Storage a la que no nombró: «no veo motivos para que, dado un cierto nivel de coste, los usuarios se priven de tener la simplicidad y longevidad que les ofrece el almacenamiento flash«.

Desde que salió al mercado con su primer producto, en 2012, Pure Storage ha mostrado que puede poner en apuros a los fabricantes tradicionales de almacenamiento. En particular al líder, EMC, que ha tenido que incorporar la tecnología flash a su catálogo, reccurriendo al atajo de comprar la empresa israelí XtremeIO. Aun así, Colgrove estima que EMC está 18 meses «por detrás del punto que hemos alcanzado en nuestro desarrollo de software».

Desde luego, Pure Storage no está sola en el bando de los proponentes de cabinas AFA (all-flash array). Las más notorias serían Fusion IO – que se dejó comprar por SanDisk – y Violin Memory, que ha pasado por numerosas tribulaciones antes de perder dos terceras partes de lo que valía cuando salió a bolsa. Pero hay más, porque está en juego un mercado que, según IDC, valdrá 3.300 millones de dólares en 2018.

El pasado junio, Pure Storage desveló una carta que espera sea de triunfo, su nueva familia de hardware FlashArray//m, una solución integrada con tres variantes de chasis [120 Tbytes, 250 Tb y 400 Tb, respectivamente] de capacidad utilizable y una ratio de IOPS creciente. Los controladores se basan en procesadores Haswell de Intel y, como es de rigor en estos tiempos, los ingenieros prometen una eficiencia energética multiplicada por 2,4.

La popularidad del almacenamiento de estado sólido en los dispositivos de consumo ayuda a proseguir la bajada de costes de hardware y a dedicar más recursos a I+D, «contrariamente a lo que les ocurre a quienes se aferran al almacenamiento en disco para defender su base instalada», castigó Colgrove. En un 80% esa inversión de Pure Storage se destina a desarrollar software, dijo. «En cierto momento pensamos en la posibilidad de ofrecer sólo software, pero llegamos a la conclusión de que en tal caso tendríamos que garantizar su funcionamiento en combinaciones múltiples de hardware. En nuestro caso, los componentes hardware y software son concebidos y optimizados en conjunto».

La sesión continuó sin el CTO, y el equipo de marketing se encargaría de ensalzar el nuevo modelo de negocio que acompaña el lanzamiento. Evergreen Storage, así lo llaman, promete a los clientes mantener ´siempre viva` la evolución de la tecnología durante diez años: los despliegues de FlashArray//m podrán añadir nuevas capacidades e incorporar controladores sin necesidad de sustitución del hardware. Uno de ellos lo formuló así: «hasta ahora, quien compra una cabina de almacenamiento sabe que el fabricante ya tiene en desarrollo un modelo superior y que, pasado un tiempo, le propondrá actualizarse; en nuestro caso, el cliente sabe que durante diez años su inversión tendrá el máximo rendimiento».

A lo anterior, Pure Storage añade una solución de monitoring para el almacenamiento en modo cloud, bautizada Pure1, con el propósito de suprimir la necesidad de un servidor dedicado a la gestión del almacenamiento. En otro frente, ataca el mercado de sistemas convergentes con la plataforma FlashStack, para servidores y switches de Cisco y para vSphere y Horizon View (VMware). Si el autor no ha entendido mal, se trataría de disputar mercado a las soluciones de EMC/VCE y NetApp/FlexPod. FlashStack combina computación, red, almacenamiento (flash, obviamente) y virtualización en una misma infrestructura.

Con estas novedades, Pure Storage cree haber sentado las bases para una salida a bolsa exitosa precedida de dos trimestres comercialmente fecundos. La última ronda de financiación, el año pasado, valoraba la compañía en 3.000 millones de dólares, por lo que puede estimarse que una OPV bien planteada podría superar los 5.000 millones.

Según la documentación, el año fiscal cerrado en enero se saldó con 174,4 millones de dólares de ingresos, cuadruplicando los del anterior, pero las pérdidas netas fueron de 183,2 millones, más de dos veces las precedentes. De mantener la tendencia del primer trimestre, las ventas de Pure Storage en 2015 deberían ascender a unos 250 millones de dólares.

El formulario S-1 registrado ante la SEC precisa que al 30 de abril Pure Storage disponía de una tesorería de 173 millones de dólares. Preceptivamente, en el capítulo de riesgos posibles, la compañía incluye dos procesos en los que EMC la acusa de contratar empleados suyos para apropiarse indebidamente de propiedad intelectual protegida por cinco patentes. A esto parece referirse la declaración de Scott Dientzen, CEO de Pure Storage, según la cual «[nuestros empleados] son misioneros, no mercenarios… y su ética es nuestro mayor activo».

Cláusula de estilo: añade que Pure Storage ha de hacer frente a poderosos competidores que cita en orden alfabético: Dell, EMC, HP, Hitachi, IBM, Lenovo y NetApp; sorprende que no mencione a otras que, como ella, promueven la categoría todo flash. Una de ellas, SolidFire, se ha sentido concernida y, a través de su CEO Dave Wright, ha hecho saber a la prensa que la salida a bolsa de su rival «valida la tendencia a la sustitución de una tecnología antigua por otra nueva, una ruptura en la que nuestra compañía también se inscribe».


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